20 SALON AUDIOVISUAL DOBLE CELEBRACION 2016
jueves, 6 de octubre de 2016
Cada octubre Barranquilla festeja
la cultura de la imagen
Cinemateca y Salón Audiovisual, doble
celebración de las cinefilias del
Caribe
Herederos de la vanguardia de Cepeda y Gabo y de la fiebre cineclubista
de los 80
Por Sigifredo Eusse Marino
De 6 de octubre (este jueves) a domingo 9, un doble
acontecimiento cultural se está celebrando en Barranquilla: la Cinemateca el
Caribe cumple 30 años de una actividad ininterrumpida y diaria por la difusión
de la cultura de la imagen y la preservación del patrimonio audiovisual y, al
tiempo, el máximo evento anual que ella misma creó cumple puntual su edición
número 20. Se trata del Salón Internacional del Autor Audiovisual.
Al inicio de cada tramo final de año, el Salón Internacional
del Autor Audiovisual es el evento cumbre de la Fundación Cinemateca del
Caribe, concebido como un espacio no competitivo para que “importantes
profesionales del cine y las artes audiovisuales –de Colombia y otras latitudes
del planeta– vengan a Barranquilla y compartan sus trabajos y experiencias de
realización”, por medio de una apretada agenda alterna y simultánea de
proyecciones y conversatorios, a lo largo de por lo menos cuatro días: cada
jornada un incesante carrusel de arte en acto y acción, de la mañana a la
medianoche.
En sus audiencias variopintas confluyen profesionales del
audiovisual y la imagen, estudiantes, periodistas y público del común, no solo
de la ciudad y su área metropolitana sino también del extranjero y del resto de
la región y el país. A ello se agregan las audiencias de las proyecciones
barriales mediante itinerarios nocturnos de una Cinemóvil, que es ya una
respetable institución rodante todo el año por los caminos de la costa caribe
colombiana
En el espacio abierto y al aire nocturno de otro ícono
patrimonial barranquillero –la plazoleta de la antigua Aduana– la apertura 2016
de esta celebración cultural por doble partida luce inusual: la máquina de sonido
más antigua y tradicional de nuestra bohemia populosa y callejera atronará bajo
el caribeño techo de estrellas y de cara a las brisas del Río Magdalena: es el picó El Coreano, soberano de antiguas
noches en el ya casi clandestino barrio La Ceiba. Tal el preámbulo de esta proyección inaugural, con un documental de los
realizadores Roberto De Zubiría y Sergio Zaraza cuyo oportuno título es “Picó:
la máquina musical del Caribe”.
Sala Boston de la
Cinemateca María Fernanda Morales
IMAGEN EN UNIVERSO
DIGITAL
ES EL TEMA DEL 20°
SALÓN
El 20° Salón Internacional del Autor Audiovisual tendrá por
título y asunto central “La imagen en movimiento en el universo digital” y
contará con la presencia y participación de cineastas y otros realizadores
invitados que vienen de España, Perú y Argentina, además de diez autores,
ponentes y críticos colombianos.
Con el español Diego Urruchi –un creativo y productor transmedia– el argentino Fernando
Irigaray y la peruana Rosemarie Lerner, alternarán los creativos y moderadores
nacionales Ángela Carabalí, Patricia Renjifo, Rosa Ramos, Roberto De Zubiría,
Alexander Giraldo, Martha Ligia Parra, Alejandro Ángel, Enrique Uribe, Sergio
Zaraza, Nicolás Alcalá, Ariel Arteta, Julio Lara y Alfredo Sabbagh.
Este año, la gran expectativa de la agenda académica del
Salón desembocará en la jornada del sábado, cuando el tema “Tendencias en la
narración audiovisual interactiva” estará puesto en el centro de la mesa. Esas
nuevas narrativas –crossmedia, crowfounding,
transmedia y otras– son tendencias
que corren ya indetenibles en el anchísimo universo de lo digital; ellas
prometen lo más novedoso, inquietante y polémico del 20° Salón Internacional del
Autor Audiovisual.
Al respecto, María Fernanda Morales, directora de la
Cinemateca y del Salón Audiovisual, nos
dice con toda convicción y entusiasmo: “Ya dejamos atrás la unívoca
experiencia de una butaca, como espectadores convencionales, para pensar en las
múltiples alternativas de la hipermediación, todo a la luz de las nuevas tecnologías de la información
y la comunicación. Hemos renunciado a un consumo pasivo de contenidos y
paulatinamente somos ya más y más generadores de nuestros propios contenidos”.
Cepeda (der), Vicens y Grau filmando La langosta azul en 1954
En coyuntura tan promisoria como la celebración dual de los
aniversarios históricos de Salón y
Cinemateca, cabe rememorar lo que dos instituciones como estas han
representado en su rol de eslabones
entre generaciones de una vigorosa cinefilia caribe: desde innegables hitos
precursores como fueron las iniciáticas vanguardias del famoso y versátil Grupo
Barranquilla, en los años 50, y décadas adelante, la insurgencia de esa otra
efervescencia creativa en la Barranquilla de los años 80. He aquí una breve
reseña de esos anales, en aras de refrescar una entrañable memoria, poco menos
que inconocida.
El cineclubismo había hecho su aparición en Colombia en
1949, al filo mismo del medio siglo (XX): Bogotá, Medellín y Barranquilla
vieron nacer los primeros cineclubes históricos del país.
En 1956 –bajo el influjo del pionero Luis Vicens, catalán– el
escritor Álvaro Cepeda Samudio fundó el primer Cineclub de Barranquilla,
después de haber realizado, junto con García Márquez y otros amigos del mítico
grupo de “La Cueva”, aquel corto surrealista “La Langosta Azul”, fundacional
del cine-ficción en el contexto del Caribe colombiano.
Braulio De Castro
El cine y Gabo
Durante dos años Cepeda publicó la Revista Cine-Club (1957-58). Allí contó con la colaboración de
intelectuales como José Antonio Moreno, Julio Roca, Arturo Esguerra y Alvaro
Medina. Fue cuando también convocó a los cineclubistas de todo el país a
reunirse en Barranquilla “para conformar la primera Federación de Cineclubes de
Colombia”. En aquella reunión nacional se habló por primera vez de una Escuela
de Cine, propuesta por Gabriel García Márquez y diseñada por él mismo.
El movimiento cineclubista de Barranquilla fue la simiente y
el caldo de cultivo para que, 30 años después de aquel cineclub primerizo de
Álvaro Cepeda, naciera en 1986 la Cinemateca del Caribe. Esta surgió al mismo
tiempo que la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños y compartieron
precursores: dos jóvenes vanguardistas
de los años 50, Álvaro Cepeda Samudio y Gabriel García Márquez. No por
coincidencia, nacía también en el 86 el canal regional de televisión,
Telecaribe.
Aquella escuela de cine que el joven García Márquez tuvo en
la cabeza y el papel, fue un proyecto que no “cuajó” en Barranquilla para su
primer momento de mediados de los 50. Pero, a la luz de hoy, sería el remoto
preaviso de la hoy prestigiosa Escuela
Internacional de San Antonio De los Baños (Cuba), la que García Márquez iba a fundar en 1986, al
mismo tiempo que la Cinemateca del Caribe nacía en Barranquilla.
Aquel primer Cineclub languideció durante los 60s, luego que
la brillante cofradía se dispersara y que Álvaro Cepeda empezara a prodigarse
entre la publicidad, el periodismo, la literatura y el cine documental. “El año
en que murió (1972), él sólo quería hacer cine”, rememoró hace poco La Tita
Cepeda, viuda del talentoso escritor y cineasta, fallecido a sus 46 años.
Braulio De Castro (QEPD), cinéfago de tiempo completo, fue
quien retomó con pasión las viejas banderas en cuanto a formación local de
públicos para el buen cine. Acolitado por amigos como Miguel Falquez y Rafa
Iglesias, De Castro orientaba el llamado Nuevo
Cine Club de Barranquilla, renacido con apoyo de la Alianza Francesa en
1972.
Este concurrido cineclub tuvo su sede a cielo abierto en el
Teatro Lydo y su última etapa sería en el tradicional Cine Metro, también hoy
lastimosamente desaparecido, y luego en los dúplex ABC. Fue ésa una época de
gran dinámica cultural en la ciudad, al impulso de aquel grupo fiel y fervoroso
de amantes del cine.
En el Teatro Colón –desmejorada joya del art deco, hoy a punto de venirse abajo–
su auditorio generoso y ancha pantalla empezaron, igualmente, a colmarse por
entonces con las semanales funciones de un nuevo cineclub: Sala Bohemia,
liderado por jóvenes periodistas y universitarios, entre ellos Gilberto
Marenco, Mireya Hurtado, Milena Rodríguez, las hermanas Vizcaíno y Astrid
Hernández. Alfonso Alfaro fue otro de los más activos cineclubistas barranquilleros
de los 80s.
La cita era puntual en Cartagena por cada Festival de Cine
Digamos que las décadas del 70 y el 80 trajeron un renacer
de los cineclubes por toda Colombia, boom
que se vivió intensa y emuladoramente entre Barranquilla y Cartagena,
nutriéndose con la infaltable cita anual de los cinéfilos de todo el país en el
bienamado Festival Internacional de Cine de Cartagena.
Aquella complicidad de vasos comunicantes entre los
cinéfilos de ambas ciudades, sería el caldo de cultivo de una generación
insurgente que, junto con la crítica, empezó a ejercer los oficios del cine:
Alberto Duque López, Alberto Sierra, Ricardo Cifuentes, Pacho Bottía, Heriberto
Fiorillo, Sara Harb, Ernesto McCausland, entre otros.
Varios de estos mismos cinéfagos son quienes en 1986
constituyen la Fundación Cinemateca del Caribe, cuyo primer director fue
Braulio De Castro. Lo sucedió la cineasta también barranquillera Sara Harb,
quien había abanderado otro proyecto cineclubista de los años 80s: la recordada
Sala de Arte y Ensayo Primer Plano.
Sara Harb lanzó el primer Salón Audiovisual en 1996, hace 20
años
Diez años más tarde, por iniciativa, empeño y gestiones de
Sara Harb, Jaime Abello Banfi y la Junta de la Cinemateca del Caribe, entre
otros personajes y entidades, se lanza al ruedo el primer Salón Internacional
del Autor Audiovisual; este mismo que llega hoy a los veinte años
complementando sus muy distintas y específicas agendas con el Festival
Internacional de Cine de Cartagena.
En la progresión de sus agendas de año tras año, el Salón
del Autor Audiovisual ha abordado –para solo mencionar unos pocos de sus
contenidos de pantalla y académicos– tan sugerentes y diversos campos temáticos
como estos:
La experiencia creativa en cine y televisión, Contar
historias en cine, El desafío del documental, El arte de la luz, Cine del
Caribe, Los sonidos del cine, El oficio creativo del Productor, Montaje: el
tercer guión, Creando cine en la era digital, El arte de actuar, Diafragma: ojo
de mujer, y Ópera prima. “África y afrodescendencias en el cine y la tv”, tal
fue la convocatoria y contenidos del 19° Salón en octubre del 2015 que, junto a
diez realizadores colombianos, tuvo entre sus invitados al norteamericano
Charles Burnett, el cubano Rigoberto López y la española Mane Cisneros.
FIN
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