LOS OTROS UNIVERSOS DEL CINE FANTÁSTICO
viernes, 3 de noviembre de 2017
LA CINEMATECA DEL CARIBE Y SU XXI° SALÓN INTERNACIONAL:LOS OTROS UNIVERSOS DEL CINE FANTÁSTICO
Tras la gala inaugural, de jueves a domingo el “más largo” largometraje entre imágenes y sus autores, conversatorios y muestrasPor SIGIFREDO EUSSE MARINO
Al iniciarse el bimestre final de cada año, el Salón
Internacional del Autor Audiovisual se reedita en Barranquilla como el evento cumbre de la Fundación Cinemateca
del Caribe. Desde 1996, serán ya 21 ediciones, luego que fuera concebido como “un
espacio no competitivo para que profesionales importantes del cine independiente
y las artes audiovisuales –de Colombia y de otras latitudes del planeta– vengan
y compartan trabajos y experiencias de realización”, nos dice su directora María Fernanda Morales.
“Cine fantástico: descubriendo otros
universos” será esta vez el asunto central a desmenuzar durante cinco intensas
jornadas, desde la función inaugural del miércoles 1° hasta el domingo entrante,
5 de noviembre: una apretadísima agenda, alterna y simultánea, de proyecciones
y conversatorios. E –igual que en las convocatorias anuales de las dos décadas
anteriores– cada jornada anticipa ser un incesante carrusel de arte en acto y
acción, de mañana a medianoche.
“Besouro”
“Besouro”, un filme que el director brasileño
Joao Tikhomiroff realizó en 2009, será
el estreno de la función inaugural del 21° Salón Internacional Audiovisual, en el
Centro de Convenciones de la sede Boston de la Cinemateca del Caribe. “Besouro
es una película de aventura y misticismo, de acción y pasión” –reza el
promocional del filme– centrado en las artes de la capoeira, una danza de gran plasticidad visual y una disciplinada
explosividad corporal que se resuelve en acrobacias. Surgió entre los esclavos traídos de África a
Brasil cuando les fue prohibido por sus amos el llevar consigo arma alguna.
“Besouro” es la historia de un héroe muy
popular en el nordeste brasileño: un esclavo huérfano desde niño que se
coinvirtió en “el más grande capoeirista
de todos los tiempos” –según cantan las narrativas orales que son tradición en la
región de Santo Amaro, en Bahía.
“Besouro”, capoeira en acto
EN PANTALLA Y EN PERFORMANCE: CAPOEIRA
En “vivo y en directo” y como abrebocas de
la proyección de “Besouro”, las destrezas acrobáticas de la capoeira –contra el fondo sonoro de sus
propios cantos y percusiones rituales– ambientarán la noche al aire libre con el
performance de un colectivo de capoeiristas criollos, de frente a la
fidelísima audiencia que – en el amplio jardín central de su sede art-deco en Combarranquilla Boston–
viene a reincidir sin falta año tras año con ocasión de celebrarse el Salón
Audiovisual.
En sus audiencias variopintas confluyen
profesionales del audiovisual y la imagen, estudiantes, periodistas y público
del común, no solo de la ciudad y su área metropolitana sino también del
extranjero y del resto de la región y el país. Y a ello se agrega una siempre nutrida
concurrencia a su programación de proyecciones barriales, mediante itinerarios
nocturnos de la “Cinemóvil”, ya también
reconocida como una respetable institución que a lo largo del año rueda en
circuito por vías troncales y terciarias, y plazas de municipios y veredas de
la costa caribe colombiana.
Los invitados internacionales a este
“Fantástico” Salón Audiovisual 2017 serán, por España, Héctor Acosta, director de efectos visuales en
el Estudio Dead Hamster VFX, de Barcelona; el mexicano Pablo Guisa,
productor, actor y director artístico de MÓRBIDO Film Festival, y el
argentino Hernán Moyano, guionista y director independiente, también
vinculado a la casa productora de cine de horror “Paura Flics”. Y junto a ellos
–informa la asistente de prensa del Salón Jenniffer Cabana– estarán por
Colombia Marcela y Maritza Rincón, directoras y guionistas; el
también guionista y director-productor Andrés
Quintero; y Alfonso Acosta, guionista, director y montajista.
Ellos compartirán experiencias personales,
proyectarán sus filmes y dialogarán con las audiencias sobre temas como estos: sus procesos creativos
y modelos de producción y coproducción; nuevas alternativas de financiamiento, distribución,
contenidos, derechos de autor, y el papel del público en trance de apropiarse
de la obra en pantalla. Los auditorios, como siempre, propondrán varios tópicos adicionales que terminarán
enriqueciendo cada encuentro con los creadores invitados.
Chamán, el último guerrero
Comunicadores y profesionales del
audiovisual están a cargo, como presentadores y moderadores, para desarrollar
la agenda académica de cada mañana y los encuentros de tarde y noche entre los realizadores
y los públicos de sus filmes. Ellos son Martha Ligia Parra, Alfredo Sabbagh,
Julio Lara y Juan Carlos Mulford.
Como parte de la programación inicial del
21° Salón, serán revelados los nombres ganadores de la quinta convocatoria del
Premio Chip Dorado, con la subsiguiente gala de entrega de los estímulos a esos
mejores cortometrajes en los géneros de ficción y documental.
DONDE SE INCUBARON LAS CINEFILIAS CARIBES
La Cinemateca del Caribe y su anual Salón
Internacional son instituciones que –junto con Festicine de Cartagena– han
cumplido roles determinantes, como eslabones históricos entre generaciones de
una vigorosa cinefilia caribe: desde sus innegables hitos precursores como
fueron las iniciáticas vanguardias del famoso y versátil Grupo de Barranquilla,
por los años 50 y, décadas adelante, el puñado disperso de insurgentes de esa
otra efervescencia creativa que se dio en nuestro Caribe colombiano durante los
años 80.
El cineclubismo había hecho su aparición en
Colombia en 1949, al filo mismo del medio siglo (XX): Bogotá, Medellín y
Barranquilla vieron nacer los primeros cineclubes históricos del país.
En 1956 –bajo el influjo del pionero Luis
Vicens, catalán– el escritor Álvaro Cepeda Samudio fundó el primer Cineclub de
Barranquilla, después de haber realizado, al lado de García Márquez y otros
amigos del mítico grupo de “La Cueva”, aquel corto surrealista “La Langosta
Azul”, fundacional del cine de ficción en el contexto caribeño de Colombia.
Durante dos años Cepeda publicó la Revista
Cine-Club (1957-58). Allí contó con la colaboración de intelectuales como
José Antonio Moreno, Julio Roca, Arturo Esguerra y Álvaro Medina. Fue cuando
también convocó a los cineclubistas de todo el país a reunirse en Barranquilla
“para conformar la primera Federación de Cineclubes de Colombia”. En aquella
reunión nacional se habló por primera vez de una Escuela de Cine, propuesta por
Gabriel García Márquez y diseñada por él mismo.
El movimiento cineclubista de Barranquilla
fue la simiente y el caldo de cultivo para que, 30 años después de aquel
cineclub primerizo de Álvaro Cepeda, naciera en 1986 la Cinemateca del Caribe.
Esta surgió al mismo tiempo que la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños
y compartieron precursores: dos jóvenes vanguardistas de los años 50,
Álvaro Cepeda Samudio y Gabriel García Márquez. No por coincidencia, nacía
también en el 86 el canal regional de televisión Telecaribe.
Aquella escuela de cine que el joven García
Márquez tuvo en la cabeza y el papel fue un proyecto que no “cuajó” en Barranquilla
para aquel primer momento de mediados de los 50. Pero sin duda sería el remoto preaviso de
la hoy prestigiosa Escuela Internacional de San Antonio De los Baños (Cuba) que
García Márquez iba a fundar en 1986, al mismo tiempo que la Cinemateca –y también
TeleCaribe – nacían en Barranquilla.
Aquel primer Cineclub languideció durante
los 60s, luego que la brillante cofradía se dispersara y que Álvaro Cepeda
empezara a prodigarse entre la publicidad, el periodismo, la literatura y el
cine documental. En plena efervescencia creativa, Cepeda murió en 1972, a sus
46 años.
Miguel Falquez y Braulio De Castro (QEPD),
cinéfagos de tiempo completo, retomaron con pasión esas viejas banderas, en
cuanto a formación local de públicos para el buen cine. Braulio orientaba el
llamado Nuevo Cine Club de Barranquilla, renacido con apoyo de la
Alianza Francesa en 1972.
Este concurrido cineclub tuvo su sede a
cielo abierto en el Teatro Lido, su etapa siguiente sería en el tradicional
Cine Metro, también hoy lastimosamente desaparecido, y luego en los dúplex ABC.
Fue una época de febril dinámica cultural en la ciudad, y siempre al impulso de
aquel grupo fiel y fervoroso de amantes del cine.
Ataúd Blanco
En el Teatro Colón –desmejorada joya del art
deco, hoy a punto de venirse abajo– su auditorio generoso y ancha pantalla
empezaron, igualmente, a colmarse con semanales funciones de un nuevo cineclub:
Sala Bohemia, liderado por jóvenes periodistas y otros universitarios, entre
ellos Gilberto Marenco, Mireya Hurtado, Milena Rodríguez, Gaspar Caamaño, las
hermanas Vizcaíno y Astrid Hernández. Alfonso Alfaro fue otro de los más
activos cineclubistas barranquilleros de los 80s, lo mismo que Jorge García y
su Cineclub del Sur. Por otra parte, desde Cartagena y en busca de material
fílmico en distribuidoras locales, llegaba puntual cada semana otro “quijote”
del cine, tempranamente desaparecido pero siempre recordado: Luis Fernando
Calvo
Digamos que las décadas del 70 y el 80
trajeron un renacer de los cineclubes por toda Colombia, boom que se
vivió intensa y emuladoramente entre Barranquilla y Cartagena, nutriéndose con
la infaltable cita anual de los cinéfilos de todo el país en el bienamado
Festival Internacional de Cine de Cartagena.
Aquella complicidad de vasos comunicantes
entre los cinéfilos de ambas ciudades, sería el caldo de cultivo de una
generación insurgente que, junto con la crítica, empezó a ejercer los oficios
del cine: Alberto Duque López, Alberto Sierra, Ricardo Cifuentes, Pacho Bottía,
Heriberto Fiorillo, Sara Harb, Ernesto McCausland, entre otros.
Varios de estos mismos cinéfagos son
quienes en 1986 constituyen la Fundación Cinemateca del Caribe, cuyo primer
director fue Braulio De Castro. Lo sucedió la cineasta también barranquillera
Sara Harb, quien había abanderado otro proyecto cineclubista de los años 80s:
la recordada Sala de Arte y Ensayo Primer Plano.
Diez años más tarde, por iniciativa, empeño
y gestiones de Sara Harb, Jaime Abello Banfi y la Junta de la Cinemateca del
Caribe, entre otros personajes y entidades, se lanza al ruedo el primer Salón
Internacional del Autor Audiovisual; este mismo que llega a su aniversario 21
complementándose sus muy distintas y específicas agendas con el Festival
Internacional de Cine de Cartagena.
María Fernanda Morales, Directora de
la Cinemateca
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